La carrera por ocupar el cargo de Presidente de la Unión Europea no ha hecho más que empezar, una vez de que el Presidente austriaco ha ratificado el tratado de Lisboa. La maquinaria de los Estados y de los posibles candidatos de ha puesto en marcha, salvo la española, tal y como declara nuestro Ministro de Asuntos Exteriores al señalar que España “por el momento” no aspira a ninguno de los nuevos cargos que establece el Tratado (El País. 27.10.09).
Pero antes de ver quien debería ser Presidente, deberíamos saber cual es perfil idóneo para ocupar dicho cargo.
En primer lugar, el debate está en la ideología política del nuevo presidente. ¿Tiene que corresponder esta con la del partido mayoritario del Parlamento Europeo? De responder afirmativamente a esta pregunta tendríamos que pensar en un político perteneciente al Grupo Popular. Cabría la búsqueda de un independiente, pero la figura de un político socialista tendría que venir compensada por otros valores.
En segundo lugar, se tendría que valorar el peso político internacional del candidato, no en vano va a representar a la Unión Europea en el mundo. Su pasado político, sus relaciones con otros líderes mundiales, su poder de influencia en otros estadistas... Esto nos llevaría a pensar en una figura que ha dirigido un Estado de los llamados grandes de la Unión o que ha ostentado en las Instituciones Europeas cargos de alto nivel. Optar por un novato o un desconocido dependerá de su capacidad de liderazgo a nivel europeo y a nivel mundial.
En tercer lugar, se tendría que contemplar su capacidad de llegar a consensos y a provocar acuerdos. Hay que recordar que la figura del Presidente del Consejo Europeo no tiene voto en el seno del mismo y su participación dentro del Consejo está para dirigir las políticas, procurar acuerdos y representar a la Unión. Deberá buscas los consensos y, en su caso, arbitrar las mayorías sin que se perciban directorios de grupos de estados que gobiernan la Unión.
Además, es importante conocer sus valores europeístas. No tendría mucho sentido ver en la dirección de la Unión Europea a un líder que no está convencido en el proyecto europeísta. Es más, sus valores deberían contrarrestar las voces que, desde algunos Estados Miembros, manifiestan su oposición al desarrollo de la Unión. En este sentido, el Tratado de Lisboa señala que el futuro Presidente "debe ser alguien que ha demostrado su compromiso con el proyecto europeo y ha desarrollado una visión global de las políticas de la Unión".
Una de las variables que se ha incorporado al debate es de si debe ser un hombre o una mujer. El Presidente del Parlamento Europeo, el polaco Jerzy Buzek, ha tomado la iniciativa de sugerir que el cargo de Presidente lo ocupe una mujer, buscando con esta propuesta la igualdad de género y con un mensaje de fondo: "Europa debe caminar hacia la unidad y la integración en todos los ámbitos".
Europa es tierra de pactos, junto con el Presidente hay que designar al Alto Representante de la UE. Parece claro que si uno es popular el otro será socialista, pero la figura del Alto Representante no dista mucho de tener que cumplir con un perfil muy similar al del Presidente. Tal vez, un ex ministro de asuntos exteriores o un alto cargo de instituciones europeas sea el candidato apropiado. En la pasada reunión del Consejo Europeo, los socialistas han renunciado a que el candidato a Presidente sea de su ideología a cambio de que el nombramiento del Alto Representante de la UE sea una personalidad de su entorno político.
Con la entrada en vigor del Tratado de Lisboa el cargo de Presidente de la Unión cobra una relevancia importantísima en detrimento de las presidencias rotatorias. Con la entrada en vigor del Tratado el 1 de diciembre, la presidencia Española tendrá que convivir con un cargo más cercano a la idea de un Jefe de Estado o Presidente de República, con un carácter más institucional que dirigente. Los candidatos que se oyen o se proponen para el cargo de Presidente distan mucho de ser los óptimos, ni Blair, ni la ex presidenta irlandesa Mary Robinson, ni el ministro holandés, Jan Peter Balkenende y, ni el autoproclamado candidato Jean Claude Junker, primer ministro luxemburgués, cubran todas las expectativas. Los socialistas europeos han descartado a Blair, esta situación da más posibilidades a que el candidato a Alto Representante de la UE sea un británico. En los últimos días la candidatura del primer ministro belga, Herman Van Rompuy, ha tomado peso tras recibir el apoyo de Angela Merkel y Nicolas Sarkozy.
La gran pregunta la tenemos encima de la mesa ¿tenemos líderes en Europa capaces de dirigir el proyecto europeo? Los que nos hacemos mayores, todavía recordamos el ímpetu y empuje del Presidente Delors, ese sería un gran modelo para el nuevo Presidente.
Fernando Biurrun Abad,
Abogado
Publicado en www.legaltoday.com el 9 noviembre 2009
http://www.legaltoday.com/opinion/articulos-de-opinion/se-busca-presidente
No hay comentarios:
Publicar un comentario