martes, 1 de diciembre de 2015

Abogados, redes sociales y política, un cóctel peligroso

Os dejo mi última colaboración en Thomson Reuters La Revista. Un tema tan actual como es de la política y los abogados con la compañía de tres amigos y excelentes profesionales: Natalia Sara, Alfredo Herranz y Susana González.

Son muchos los debates que hay en las redes sociales sobre el uso profesional y/o personal de los perfiles sociales de los abogados y si es bueno mezclar aspectos personales y profesionales en los mismos. Y dentro de los aspectos personales, uno de los más delicados, es hablar de posicionamientos políticos.

Como señala la experta en comunicación digital, Natalia Sara (@NataliaSara2): «Actividad profesional y política es un combinado difícil de equilibrar que entraña grandes riesgos a la hora de transmitir credibilidad, seguridad, y confianza, tres elementos básicos para configurar una buena reputación y que deben ser previamente calibrados».

Hace unos días, un compañero me contaba como su beligerante actividad en las redes sociales en defensa de una causa social le estaba afectando a su despacho: pérdida de clientes, sensación de estar en listas negras, menor disponibilidad de tiempo… Y es que, antes de las redes sociales, cuando un abogado decidía participar en actividades políticas o en defensa de determinadas causas sociales, tenía un impacto relativo en su actividad profesional. La publicidad de esa actividad era más limitada y se quedaba en entornos personales o locales.

Hoy, por el contrario, dejamos explícitamente constancia en nuestros perfiles, bien en nuestra «bio» o en las imágenes de nuestro perfil, bien en los mensajes que escribimos, nuestra pertenencia o simpatía por un partido político o por una causa social. Más, en un año como el actual, donde el cúmulo de elecciones y su trascendencia, han hecho que más de un compañero y compañera hayan abierto sus perfiles sociales a la política. Y es que, como señala otro experto de las redes sociales, el Abogado Alfredo Herranz (@alfherranz): «es difícil desligar nuestra presencia en redes sociales de la trascendencia política que tiene cada persona».

Pero, ¿cómo puede afectar esto a nuestro despacho, a nuestra actividad profesional?
En este sentido, señala Natalia Sara que: «el principal problema es la falta de reflexión previa tanto al hacer pública una ideología como al prever sus efectos, que dependerán en gran medida de la habilidad personal a la hora de manejarse en la interactividad dialéctica de las redes sociales y, en especial, en Twitter por su inmediatez y limitación en espacio».
Por ello, Susana González Ruisánchez (@SusanaCyZ), abogada y experta en comunicación digital, considera que «posicionarme en una ideología, sea la que sea, no resulta muy coherente con “vender” que soy capaz de defender los derechos de cualquier individuo ante cualquier circunstancia. Más bien creo que eso visualizaría una etiqueta en el ejercicio de mi profesión y limitaría el acceso a clientes que pudieran entender que no voy a comprenderles desde el inicio».

Como punto de partida deberíamos omitir cualquier referencia política cuando en nuestro perfil destacamos nuestra pertenencia a un Despacho de abogados, bien porque seamos empleados, bien por ser socio del mismo. Nuestras opiniones personales no deberían afectar, en ningún caso, a la reputación del Despacho. En opinión de Susana: «Cuando además te identificas en los perfiles en redes sociales como parte del equipo de un despacho colectivo, de alguna manera eres parte de la voz en plural de esa organización que, sin duda es también plural en cuanto a ideología».

Por lo que, cuando en un perfil decimos que somos «abogado/a», lo que a partir de ahí manifestemos será una responsabilidad en exclusiva de nosotros mismos. «Lo que dices te define» de esta forma tan sintética estima Susana que las «las redes sociales se ha convertido en nuestra carta de presentación y cada cual ha de tener definida su estrategia digital, sus valores y sus objetivos».

Si el nivel de compromiso político está por encima del profesional es entrar en otra dinámica, «pero – según Natalia Sara- si la situación, como en la mayoría de los casos, es de profesionales que manifiestan y defienden sus criterios ideológicos y, además, algunos militan en un partido, hay que ser muy consciente de que tu identidad profesional se ve afectada, con ello tu imagen y por extensión tu reputación y tu negocio».

Es el momento de valorar nuestro despacho y ver el impacto que puede tener en él, visto como negocio, el posicionarnos ideológicamente. Cómo nos pueden percibir nuestros clientes actuales o nuestros potenciales clientes.

Además, hay que tener presente que lo que digamos no va a resultar indiferente, habrá debates, acaloramientos, provocaciones, no olvidemos los ataques de trolls… Cualquier error, contestación desairada, opinión susceptible de viralización puede ir en contra de nuestra imagen y reputación, además del coste emocional. Como bien precisa Natalia: «La sobreexposición y/o la visibilidad y posicionamiento ante determinados temas siempre pasa factura». Alfredo Herranz da un paso más y nos recuerda la falta de cultura democrática para propiciar debates constructivos, razón por la que desaconseja «entrar en discusiones ideológicas en las redes sociales, dado que la limitación de comunicación en las mismas y, el hecho, de ser un foro de una enorme publicidad, hace que se entiendan como una arena de batalla en la que el reto está en imponerse al contrario».

Hay quienes pueden obtener –de una forma consciente o no- en manifestar públicamente su posicionamiento ideológico o sumarse a determinadas causas como una oportunidad de negocio, si el público que hay detrás de ellas se corresponde con el nicho de clientes a los que quiere llegar.

Pero si detrás de todo, no está el objetivo de ser un político profesional o, el ya señalado, de «beneficiarse» del nicho y lo que, realmente nos anima a nuestro activismo, es puramente vocacional, tendremos que ser conscientes de los impactos que pueda tener esto sobre nuestra actividad profesional. La reputación profesional cuesta ganarla. Trabajo, resultados, actitud y comportamiento ayudan a forjarla. Como sentencia Natalia «Cuesta ganarla y es muy fácil perderla. Hay que ser consciente de la importancia que tiene todo lo que comunicas, online y offline, y trabajar de manera activa el branding en generar confianza y credibilidad teniendo claros tus objetivos y limitaciones personales y profesionales, cuidando la argumentación, las formas y los mínimos detalles».

Vamos a ser ciudadanos expuestos a defender nuestras convicciones, digno y loable, por ello merece traer a cuenta la cita de Aristóteles y aplicarla a las RRSS y el grado de compromiso en materia política por su efecto en la credibilidad profesional: “El sabio no dice nunca todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice”. Y más aún, si ello va a afectar directamente a nuestro negocio. Aunque como afirma Alfredo «no deja de ser una opción personal, pero es aconsejable tener una postura cauta al respecto». Y es que como aconseja Susana: «Trabajar un perfil en redes sociales conlleva una enorme responsabilidad, en el sentido de tomar una decisión cada vez que expones una opinión o compartes un contenido. Diseña nuestra identidad digital y lo hace para siempre».




Mezclar aspectos profesionales y personales con un prudente equilibro puede ser incluso beneficioso, añadir el matiz político en el perfil requiere de un arte, el mismo que demandaba James Bond en sus cócteles: «mezclado, no agitado». Piénsenselo dos veces. 

domingo, 27 de septiembre de 2015

#AbogadosenTwitter @Llop_Cristina, el compromiso de la juventud con el código deontológico

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La abogacía puede trasladar, en muchas ocasiones, una imagen clásica, obsoleta y llena de formalismos. A pesar de ello, es un sector, donde la innovación y la tecnología, han ayudado a romper con ciertos estereotipos y nos presentan, cada vez más, a una abogacía más moderna y cercana a la realidad social.
Si a todo lo anterior añadimos el componente arrollador que, desde las diferentes asociaciones de jóvenes abogados que hay por todo el territorio nacional, se manifiesta en sus actividades y reivindicaciones, podríamos concluir que el futuro de esta profesión está garantizado. Compromiso con los cambios sociales, con la adaptación tecnológica, con la evolución de la profesión y, sobre todo, con los valores y prioridades que conforman nuestra profesión.

Junto al rol institucional que representan los Colegios de Abogados, las Asociaciones de Jóvenes Abogados y la Confederación Española que los agrupa están tomando un importante protagonismo a través de eventos y actividades que se trasladan a las redes sociales y a Internet con streaming, publicaciones o videos. Vaya desde aquí mi felicitación a todos ellos por su relevante labor.

@llop_cristina/Cristina Llop

 Son muchos los abogados jóvenes que, por su perfil, podrían estar en esta sección. Hoy, voy a personalizar a todos ellos en el perfil de Cristina LLop (@Llop_Cristina) que, además de ser la presidenta de la Confederación Española de Abogados Jóvenes (CEAJ) y titular de su despacho profesional, encarna –también en Twitter- con su presencia,  dinamismo y juventud la representación de toda la abogacía joven.

El perfil de Cristina Llop en Twitter podría definirse como el de relaciones públicas del mundo legal. Más de la mitad de sus seguidores son compañeros o profesionales del mundo jurídico con los que interactúa en sus tuits de forma constante: conversando, citándolos o retuiteando. Además, su constante presencia en las actividades  de la CEAJ y su apoyo a las distintas AJA de toda España, se hacen presentes en sus tuits y en un gran número de imágenes que publica. Siempre rodeada de compañeros y compañeras en actos formativos, institucionales o reivindicativos.

 La abogacía se puede congratular de tener un gran número de jóvenes profesionales comprometidos con la profesión de abogado. Ese compromiso es uno de los pilares que se manifiesta en Cristina en su actividad tuitera. De hecho, la mayor parte de sus tuits se centran en comunicar todo lo referente a su actividad institucional.  Y aunque no deja de lado otros intereses muy presentes en nuestro sector como son las nuevas tecnologías, el marketing jurídico, etc… los comparte más de un interés corporativo que mirando a sus propios intereses profesionales.

Desde el punto de vista personal y profesional, Cristina LLop tiene un enorme potencial en su comunicación. En varios post ya ha dejado constancia de ello y, aunque el esfuerzo de compaginar diferentes vertientes de uno mismo en un perfil puede resultar complicado, no cabe duda que tiene la capacidad suficiente para transmitir aspectos profesionales que pueden completar y mejorar, si cabe, su presencia en las redes sociales. Por su actitud y dinamismo va a ser cuestión de poco tiempo.

para ver erl artículo completo:

martes, 4 de agosto de 2015

#AbogadosenTwitter Cuando la abogacía y el emprendimiento van de la mano: @jcampanillas

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Hay quienes consideran, hoy en día, como emprendedores a los jóvenes abogados que, después de superar los estudios universitarios y el examen de acceso a la profesión, optan por abrir un despacho profesional. Muchos de ustedes se estarán reflejando en esta situación y, muchos se identificaran con la idea de emprendimiento, aunque en otros tiempos no tuviera los significados y las connotaciones que ahora se manejan. 

Un abogado que abra su despacho en estos tiempos, debe tener una vocación emprendedora, tiene que plantearse cuál va a ser su propuesta de valor, lo que va aportar diferente a sus clientes en un mercado altamente competitivo. Y no es extraño contemplar, como muchos nuevos abogados, unen sus servicios a la tecnología como un motor diferencial.


Pero si los nuevos muestran su valor diferencial, otros tantos abogados, con experiencia y bagaje profesional, comienzan a tratar propuestas emprendedoras a la hora de ofrecer sus servicios profesionales, bien a través de startups  que rompen aspectos geográficos y ofrecen servicios más trasversales, bien a través de startups  que dan servicios a los propios compañeros. La profesión se está reinventando y, cada día, nos sorprenden con las diferentes propuestas que se presentan. 

@JCampanillas /Jorge Campanillas

Hablar de Jorge Campanillas es hablar de Derecho de las TIC y de proyectos innovadores. Y es por este último aspecto por lo que hoy quiero destacar su perfil. De su conocimiento y especialidad como experto TIC habla por sí mismo su experiencia y su curriculum profesional.

En Twitter, Jorge Campanillas no es sólo @jcampanillas, es también @eventosjur (cuenta que informa de los cursos y eventos jurídicos que se convocan a nivel nacional), @empleojur (ofertas de empleo en el sector legal)  y con un objeto más lúdico @eventosBIKE  (eventos que se organizan en el mundo de la bicicleta y cicloturismo). Sin olvidar, la actividad que desempeña a través de su blog profesional y en su despacho de abogados con la cuenta de @iurismática.

 Hay otros muchos abogados con proyecto emprendedores, pero consolidados en twitter pocos. @eventosjuridicos está en el último ranking de twitter de Notarios y Registradores en la posición 19 con más de 16.000 seguidores y es justo destacarlo en estas líneas como un proyecto de emprendimiento consolidado.

No quiero que los proyectos oscurezcan el perfil de Jorge, tuitero por excelencia, que cada día departe y comparte con los compañeros tecnológicos y, por ende, con el resto de su TL toda la información y noticias del mundo de las TIC.  No hay que olvidar que es uno de los cofundadores de @derechoenRed, cuenta enfocada a la actualidad del derecho de las Nuevas Tecnología y organizadora de los premios de Derecho en Red que reconocen a los “juristas más tecnológicos” del año.

Además, hay que unir en su perfil su actividad como ponente y profesor universitario, con una amplia presencia en los eventos asociados a las TIC y a la innovación. Muestra de ello, es su reciente participación en el Legal hackathon que se celebró en Bilbao.

Y como #notodoesderecho, en sus tuits podremos encontrar su lado humano y sus aficiones, de la que destaca, como buen vasco, el ciclismo. No sólo encontraremos eventos amateur y su actividad ciclista, sino también opiniones sobre las grandes vueltas y el ciclismo profesional. No se lo pierdan.

Si quieres ver el texto completo del artículo y las estadísticas:



jueves, 11 de junio de 2015

Abogados y compra de seguidores en Twitter

Hace unos días, nuestro compañero Alfredo Herranz (@alfherranz) nos invitaba desde su blog a la reflexión sobre la compra de seguidores en Twitter. Desde mi actividad de observador de esta red social, he podido ver diferentes formas en que abogados y despachos de abogados han engordado su número de seguidores, “presuponiendo” la compra de seguidores.

Aclaro lo de "presuponer", ya que si alguien quiere hacerte el regalo de incrementar tu número de seguidores con seguidores falsos, sólo tiene que gastarse 20 euros, introducir el nombre del perfil de Twitter y pagar (imposible saber que empresa te los está colocando). De repente tu cuenta puede verse incrementada con seguidores extraños: chinos, árabes, rusos, sudamericanos… con unos nombres de perfil un tanto extraños (normalmente son combinaciones alfanuméricas), unas bios con frases grandilocuentes en las que si hay enlaces son siempre aparentes (los saltos a Linkedin y Facebook son siempre a la web de entrada) y la geolocalización siempre está desactivada, aunque parezca lo contrario. Sus avatares están “robados” a miles de personas, dado que son fotografías reales, con lo que consiguen tener la apariencia de seguidores reales.

Son seguidores inactivos, aunque las empresas que los promueven les tuitean cosas que repiten sistemáticamente la mayoría de ellos y realizan RTs de la propia comunidad de seguidores falsos o de usuarios de Twitter que han comprado RTs (de todo hay en la viña del Señor…)
Lo malo que tiene “cazar” a un seguidor falso es que cuando vas a ver a quien sigues delata a todos aquellos usuarios de Twitter que han comprado seguidores, con lo que te puedes llevar alguna que otra sorpresa.

Este modelo de compra de seguidores, siempre vinculado a políticos y famosos, puntualmente los he visto en alguna cuenta de abogados y despachos de abogados. Llama mucho la atención ver como usuarios a los que sigues de la noche a la mañana han incrementado en 3.000, 5.000 ó 10.000 sus seguidores. Cierto es que es muy fácil que pasen desapercibidos estos incrementos, salvo que te hayan incluido en algún ranking como el de Klout Spain o el de los Notarios y Registradores, en cuyo caso los perfiles destacan e incluso se pueden monitorizar.

Ante la sospecha, la investigación es sencilla, revisas los últimos seguidores y, después de unos pantallazos, suelen asomar los seguidores falsos que se autodelatan por cumplir las características antes mencionadas y por ir todos seguidos (sin ninguna discreción).

Pero, ¿qué aporta esta compra de seguidores? Sinceramente, salvo llenarse el ego de tener una cuenta con muchos seguidores: NADA¡¡¡ Bueno, sí, lo que puede aportar es justamente lo contrario a lo que se pretende, que si alguien levanta la liebre y señala tu cuenta por haber comprado seguidores tu REPUTACION ONLINE caiga por los suelos. Esto es un riesgo que se tiene permanentemente, hasta que tu número de seguidores reales crece y “tapa” a los falsos (Twitter se ralentiza cuando pretendes ver en la lista de seguidores más de trescientos o cuatrocientos).

Hay otro modelo de compra de seguidores, en este caso de seguidores reales pero que puede tener casi los mismos efectos. Recientemente me llamó mucho la atención un despacho de abogados que sólo había tuiteado tres veces y tenía más de 10.000 seguidores. Estos son unos cracks¡¡¡ -pensé- e, inmediatamente, traté de analizar como lo habían conseguido. Era un despacho de Madrid y no era uno de los conocidos, lo que me hizo pensar en que había algo raro. Así que, revisando sus seguidores, descubrí que mayoritariamente eran jóvenes y con ninguna relación con el mundo del derecho. Vamos que tenía toda la pinta que esa cuenta antes de tener el nombre del despacho en cuestión se había dedicado a tuitear cosas graciosas, chistes o algo así y que su promotor la había vendido al despacho. No es la primera vez que cuentas que tienen una finalidad de ocio se han transformado en cuentas profesionales e incluso institucionales (de alguna administración). Hay agencias que pueden facilitar cuentas de este tipo y preparar una introducción meteórica en las redes sociales.

En estos casos, si el despacho comienza a tuitear cosas sus seguidores se llevaran una sorpresa que no tendrá muchos efectos de unfollows si el tuiteo es puntual y con lenguaje sencillo, pero si se tuitea de forma abusiva y cosas muy técnicas, lo normal será un abandono de los seguidores. Eso sí, si lo que se espera es tener clientes, sería muy extraño que alguno lo fuera, más si el despacho se dedica a temas de empresa o a materias muy lejanas a ese heterogéneo grupo de seguidores. La calidad de los seguidores comprados no va a aportar más que su número o volumen.


En suma, si lo que buscas son seguidores, sólo puedo recomendar que seamos activos, que conversemos, que compartamos contenidos útiles y de calidad y que no obsesionemos con ello. Más vale un seguidor real y activo que un millón de falsos. 

lunes, 8 de junio de 2015

Tendencias en el uso de redes sociales #abogados

Artículo publicado en el nº 2 de Thomson Reuters La Revista. Mayo 2015.

Se habla mucho de la importancia de las redes social en la Abogacía, pero a la hora de cuantificar la actividad de los abogados en el Social Media justamente podemos disponer de información que nos sirva para valorar su actividad. A falta de referencia, siempre es bueno acudir a las tendencias que se recogen en EEUU y que, al igual que sucede en otros ámbitos de la gestión y organización de los despachos de abogados, nos pueden ayudar a entender la evolución futura.

Recientemente, Attorney at work ha publicado una encuesta sobre el uso de las redes sociales por los abogados americanos: «Conected: A Lawyer´s guide to Social Media Marcket». En ella, se recoge una visión de cómo está el mercado americano que, aunque no es comparable totalmente al estudio realizado en el 2004 por el CGAE, nos puede dar pistas de la posible evolución de las redes sociales entre los abogados españoles.

En España, se recogieron datos en cinco Colegios de Abogados resultando una horquilla –según el Colegio- de un uso entre el 90% y 96% de las redes sociales. En este sentido, podemos decir que la presencia de la abogacía en el Social Media está en los mismos niveles que en EEUU.

Es relevante, ver como la presencia en LinkedIn por los abogados americanos alcanza el 91%, desconocemos la participación que tiene en España, al no recogerse esta cuestión en el cuestionario nacional. Si es cierto que la percepción subjetiva es que hay una importante presencia en LinkedIn por parte de los abogados españoles, pero su actividad en dicha red puede considerarse limitada. Recientemente Miguel Angel Pérez de la Manga, consultor y autor de “Eficiencia y rentabilidad de un despacho de abogados” (Aranzadi), dejaba el siguiente tuit:

Una cosa es estar en una red social y otra qué actividad generamos. Uno de los grandes retos de los abogados es establecer una estrategia ganadora para sacar partido a esa presencia en la red social profesional con más miembros tanto en España y como en el mundo.

La red social de más uso sigue siendo Facebook a ambos lados del Atlántico. El uso profesional, sobre todo tratándose de páginas de empresa, se ha visto penalizado desde final de 2014 con el cambio del algoritmo de presentación de resultados. Facebook penaliza la autopromoción intentándola llevar sus medios de pago. Veremos cómo incide en la presencia de las marcas con este importante cambio.

Otro dato relevante es para que se usa el Social Media, para un 64% de los abogados estadounidenses forma parte de su estrategia de marketing, las respuestas en la encuesta española dividían esa estrategia entre marca personal y contactos con compañeros, teniendo mucho más peso esta última.

Vistos los resultados, se hace necesaria más información para tener una radiografía del uso de las redes por los abogados españoles, de momento, sirvan estos datos para ilustrarnos por donde pueden evolucionar.