viernes, 25 de febrero de 2011

¿Quién manda en el mundo?

La crisis árabe y, en especial, el caso Libio, ha dejado de manifiesto el caos de liderazgo mundial en defensa de los Derechos Humanos y de los abusos de poder por parte de los tiranos que ejercen su mandato despóticamente contra los ciudadanos.


Dependemos de que líderes nacionales tomen la iniciativa en un mundo sodomizado por ejercitar el derecho a actuar, ya que es justificaría una acción recíproca y los intereses económicos de los Estados, ya que si el que manda continúa los efectos serán perjudiciales para aquél que movió ficha.

Así que esperamos a ver a qué lado se decanta la balanza para decidir actuar y cuando nuestros intereses económicos ya están casi perdidos es el momento de hablar de defensa de los derechos humanos, de los ciudadanos y de aborrecer a los tiranos.

Y en todo este contexto, sólo son capaces de mover ficha Francia, Reino Unido y Estados Unidos, ante la falta de peso internacional del resto del mundo. Ni de Rusia ni de China se ha oído nada relevante sobre las revoluciones árabes y menos sobre sus abusos (evidentemente, no son ellos los que pueden liderar la defensa de los derechos humanos. La Liga Árabe solo es capaz de expulsar a Libia, todos temiendo lo que les puede pasar a ellos.

Así, una vez más, occidente tiene que asumir una responsabilidad en la que parece no haber un protocolo de actuación rápida. Volvemos al voluntarismo de los líderes, que deben ejercer como tales y que tienen una alta influencia en el mundo. La opinión pública les está poniendo en evidencia.

De las declaraciones individuales, atomizadas y faltas de acción, ayer pasamos a una acción coordinada. Francia, Reino Unido y EEUU hablaron. Alemania está fuera de juego del liderazgo político mundial. Hoy, Sarkozy y Cameron hablan de juzgar a Gadafi por crímenes contra la Humanidad. Sólo hace falta que convoque de una vez al Consejo de Seguridad de la ONU y legitimen acciones para que la OTAN y los Estados capaces de tener un gasto extra en los mermados presupuestos por la crisis quieran intervenir en una acción humanitaria.

La desproporción de las armas utilizadas contra la social civil libia debería ser motivo suficiente para actuar. Pero, que lentos somos para tomar decisiones. Históricamente, ya no Europa, sino Francia y Reino Unido desde Europa han sido promotores de acciones, añadido a EEUU, pero parece que las experiencias de Afganistán y, en particular, la intervención en Irak, les han dejado un tanto paralizados ante el temor de no hacer correctamente.

Espabilen, señores, esto es cuestión de días y para cuando decidan, Gadafi será historia. Es un deseo.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Quo vadis, Europa


Los acontecimiento de las últimas semanas en los países árabes y, en concreto, la caída del régimen de Mubarak en Egipto, fue comparada por el Presidente de los Estados Unidos, Barak Obama,  con la revolución de Gandhi y con la caída de Muro de Berlín.

La caída del Muro de Berlín desencadenó un proceso, en la antigua Comunidad Europea, que dio lugar al apoyo del proceso de democratización y reconstrucción de los Estados del Este europeo. Fronteras naturales con la Comunidad Europea, regímenes dictatoriales comunistas y con unas economías maltrechas, los países de la antigua órbita comunista tenían mucho en común con los Estados que están viviendo las revoluciones en el norte de África. Se parecen hasta en los procesos en que algunos dictadores comunistas trataron de aferrarse al poder y terminaron derrocados por las movilizaciones populares.

Europa reaccionó rápido, el 13 de noviembre, François Mitterand convocó una cumbre extraordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno para el día 18 de noviembre en París (9 días después de la caída del Muro).  El Presidente del Consejo Europeo en una declaración solemne al final de la cumbre dijo: “Esperamos a toda Europa con la cita de la Democracia”. En el Consejo Europeo de 8-9 diciembre, celebrado en Estrasburgo, se reforzaron los mensajes a favor de la unificación alemana y de apoyo a los Estados que abandonaban el comunismo. En menos de un mes se puso en marcha el Programa Phare y el Banco Europeo para la Reconstrucción y Desarrollo.

Es suma, la Comunidad Europea actuó con un formalismo institucional de alto nivel, hizo las declaraciones solemnes y oportunas a nivel internacional inmediatamente tras la cumbre de París y estableció los mecanismos inmediatos de actuación para influir en un proceso atractivo de las futuras nuevas democracias. El liderazgo de aquellos políticos, estadistas como Mitterand, Kohl, Thatcher, Andreotti, González, todavía se echa de menos en la Europa más reciente.

¿Qué está pasando hoy, ante las revoluciones árabes? Estamos hablando de nuestros vecinos, de donde proviene la mayoría de la inmigración en la Unión Europea. Ha pasado más de un mes desde que se iniciaran las protestas en Túnez. El Presidente del Consejo Europeo, Van Rompuy, no ha convocado un Consejo extraordinario para tratar el tema. Lo que no ha dado lugar a una declaración institucional de alto nivel, respaldado por los 27.

El 3 de febrero, Francia, Alemania, Reino Unido, Italia y España pedían una rápida transición en Egipto, y un día más tarde Berlusconi se desmarcaba en Bruselas diciendo que Murabak era un “hombre sabio” y que no debería abandonar el poder. Así, el Consejo Europeo celebrado el 4 de febrero, trató de forma colateral la situación de Egipto y con una declaración sumamente formal se limitó a pedir una transición democrática inmediata. En suma, el más alto nivel de la política europea tuvo su oportunidad de emitir una declaración de apoyo a los ciudadanos y a los Estados que inicien procesos de democratización y fracasó en el intento.

Por el contra, en EEUU, el Presidente Obama hizo la ya mencionada declaración con la caída de Murabak y la Secretaria de Estado, Hilary Clinton, se ha posicionado en diferentes ocasiones, tanto con la situación en Egipto, como con el resto de países y, en especial, con la crisis Libia.

La Alta Representante de la Política Exterior y de Seguridad Común, Catherine Ashton, ha quedado como responsable de toda la acción de la UE en esta materia. Como Quijote intentando cumplir con su misión, ha visitado Túnez prometiendo ayudas como apoyo a la transición, después de varios intentos logró visitar Egipto y anunció la suspensión del Acuerdo con Libia. Reunió al Consejo de Asuntos Exteriores, consiguiendo una declaración en la que se condena el uso de la violencia en Libia, donde el Ministro Italiano evitó hablar de sanciones. 

Sin embargo, los hechos han llevado a que la UE, hoy día 23, a instancias de Asthon y reunida con el Comité de Embajadores haya concluido en sancionar a Libia, justo después del discurso de Gadafi y de la agresividad desproporcionada contra el pueblo Libio.

Está claro que los intereses de los diferentes Estados miembros de la UE en la zona han dado lugar a una inactividad institucional de alto nivel, a una falta de medidas globales y a una actuación inmediata que arropara el nacimiento de nuevas democracias bajo algún modelo más occidental, tipo al turco, más que a los temidos modelos islamistas.

Ahora que la crisis Libia se ha convertido en un desastre de violencia y de actuación indiscriminada ante la sociedad civil, los Jefes de Estado y de Gobierno comienzan a hacer declaraciones individuales, Merkel quedó “aterrorizada” ante el discurso de Gadafi, Sarkozy habla de suspender todas las relaciones, Zapatero reunió a su gobierno en un Gabinete de crisis y las declaraciones de la Ministra de Asuntos Exteriores elevaron el tono de condena y, así, la mayoría de Estados europeos. Pero, ¿para cuándo una declaración conjunta? ¿Por qué el presidente Rompuy no toma la iniciativa? ¿Es suficiente dejar todo en manos de Asthon? (valorando muy positivamente todo su esfuerzo y dedicación) .

La Unión Europea sigue perdida en su política exterior y, lo peor, en unos momentos tan delicados como la definición del futuro de nuestros vecinos más cercanos, tal vez estábamos tan cómodos con los dictadores y la gestión de los interés económicos en la zona que todo estos cambios nos impidan ver el verdadero problema: no acompañar a los nuevas democracias en su camino.

PD. Hay quienes viven todavía en la oscuridad y, esta vez, dejan sus cartas más boca arriba que nunca. Cuba apoya a Libia, ¿intentaremos, todavía, cambiar la Posición Común sobre la dictadura comunista caribeña?

martes, 22 de febrero de 2011

Cuando la discriminación se le hace al marido funcionario y crea un perjuicio a la esposa trabajadora.

Llama la atención lo prolija que es la legislación en materia de no discriminación e igualdad de trato -más ahora, con el nuevo anteproyecto de de la Ley integral de Igualdad de trato y no discriminación que presentó recientemente la Ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad- y que las situaciones de discriminación, en concreto entre hombres y mujeres en el ámbito asociado al trabajo y a los derechos de conciliación, sigan produciéndose.

La igualdad entre hombres y mujeres, reconocida por la Convención Europea de Derecho Humanos, el Tratado de la Unión Europea, la propia Constitución española, diferentes directivas europeas, entre las cuales, cabe mencionar la Directiva del Consejo 96/34/CE, de 3 de junio que desarrolla el punto 16 de la Carta Comunitaria de los Derechos Sociales Fundamentales de los Trabajadores, referente a la igualdad de trato entre hombres y mujeres, que dio lugar a Ley 39/1999, de 5 de noviembre, para promover la conciliación de la vida familiar y laboral de las personas trabajadoras -en el ámbito del derecho del trabajo- y a la adaptación de determinados artículos de Ley 7/2007, de 12 de abril, del Estatuto Básico del Empleado Público en concordancia con la mencionada Directiva. Sin olvidar, dentro de la abundante normativa, la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres.

Pues bien, a pesar de la mencionada normativa, el Juzgado Central de lo Contencioso Administrativo nº2 dictó el pasado 11 de febrero de 2011, una sentencia, que una vez más, alienta en el proceso de fortalecer el principio de no discriminación entre hombres y mujeres. En el supuesto de hecho se plantea una discriminación de un funcionario en una reclamación de disfrutar su derecho parental a las diez semanas y, añadido, un perjuicio para la trabajadora autónoma que no pudo atender a su negocio por la denegación que hizo la administración de la solicitud presentada por el padre.

La justificación que hace la administración para la denegación de la solicitud es que la madre, al no ser perceptora de subsidio por maternidad, no puede ejercerlo a favor del padre. La madre ejerce de abogada y está dada de alta en la Mutualidad General de la Abogacía, teniendo concertada con el INSS únicamente la asistencia sanitaria, estando excluida del resto de prestaciones, no teniendo por lo tanto derecho a la prestación por maternidad.

Parece que los 25 años de integración europea han dado su fruto en la judicatura, pero no en la administración. El juez de lo contencioso, como juez comunitario, va a interpretar la Directiva del Consejo 96/34/CE conforme a la letra y su espíritu, abundada por varias sentencias del propio Juzgado Central y del TSJ de Sevilla, a diferencia de la administración que se enroca en una interpretación particular del art. 49 del Estatuto básico del Empleado Público y de la Ley que aprueba el estatuto del Trabajador Autónomo, olvidando la letra de la mencionada Directiva que, como administración, es destinatario.

Así, el Tribunal declara que a la luz de la Directiva “nos encontramos con un permiso individual de los trabajadores, hombres y mujeres, para atender el cuidado de los hijos, no únicamente de la mujer funcionaria o trabajadora que lo cede a su esposo también trabajador o funcionario; por eso, el carácter intransferible de la cláusula 2.1 [de la Directiva], porque lo que se pretende es armonizar los intereses de las empresas y los trabajadores en el desarrollo de esa política, de forma que no se duplica el permiso, sino que se concede por igual al padre y a la madre, fuera de la baja obligatoria por maternidad, establecida por razones de salud.. []”.


Y citando una sentencia del Juzgado Central nº7 reproduce los fundamentos que reconocen que en los casos en que los trabajadores autónomos no tienen la obligación de afiliarse y cotizar al RETA y han optado por una Mutualidad de Previsión Social, “en modo alguno, no puedan considerarse como trabajadores autónomos y, mucho menos, en términos más generales, no sean trabajadores”. Por lo que la esposa abogada, debe ser considerada a los efectos reclamados trabajadora.

La conclusión del Tribunal no es otra que conceder el derecho de disfrute de un permiso por parto de diez semanas de duración y, dado que éste no se pudo disfrutar por resolución contraria de la administración, condena a ésta a abonar una indemnización por los perjuicios causados a la familia tanto por no poder el padre a su hija durante el período citado y por las dificultades de la madre a la hora de atender su negocio de abogada,


En suma, ¿qué sentido tienen tantas normas sobre igualdad de trato, cuando es la propia administración la que dificulta el ejercicio del derecho fundamental a la igualdad de sexo entre hombres y mujeres?

PD. Si quieres seguir a la abogada que ha llevado el caso en twitter @RuthBenitoAbog, además puedes ver su blog.

martes, 1 de febrero de 2011

Pequeños dictadores

El mundo está lleno de pequeños dictadores, unos con más poder que otros, pero al final pequeños reyezuelos instalados en el poder y dictando la vida del resto con un despotismo irritante.

Llegan al poder y se aíslan en una nube distante de la realidad. Se irritan cuando sus dependientes los critican o manifiestan discrepancias con su gestión, nadie puede dudar de su capacidad y eficacia. Todo lo hacen por el bien de su proyecto e, implícitamente, por el bien de todos, pero la realidad termina constatando abusos, corrupción, privilegios de su cohorte.... Algo mina más su credibilidad actual y de futuro.

Les cuesta abandonar el poder, saber que han terminado una etapa. Siempre aparece la expresión "salida digna" cuando el origen de todo es indigno. Buscan transiciones como una forma de tener salidas airosas, les es difícil abandonar todo lo que han considerado como suyo, en el sentido más cercano a una propiedad. Propietarios de bienes, personas, ideas...

Llegan a estar por encima del bien y del mal. Paradójicamente cuando se ven con el agua al cuello, son aperturistas, hablan de instaurar el diálogo de potenciar la participación, de establecer los pasos para hacer un cambio. Siempre se toma tarde esta decisión, siempre en el límite de ver acabado su poder. Hay quien se anticipa ante el efecto dominó de estas situaciones, pero quien sigue pensando que con el no va la historia.

Y cuando la Historia se escribe con mayúsculas, los cambios llegan, los pequeños dictadores huyen, viven de su espolio, protegidos por otros que, como ellos, suponen que nunca les llegará su hora.

Pequeños dictadores que labran su futuro con su pasado oscuro a la espera de una revolución que les ponga en su sitio.