jueves, 7 de noviembre de 2013

10 Consecuencias de la elección del Presidente de la Comisión por los ciudadanos europeos



Martin Shulz Fuente: Parlamento Europeo
  En abril de este año, la Comisión europea avanzaba en un comunicado la oportunidad de que en la próxima convocatoria a las elecciones al Parlamento Europeo, en el 2014, fueran los ciudadanos de la Unión los que eligieran al Presidente de la Comisión, a través de sus votos a las candidaturas presentadas a dichas elecciones. La propuesta de la Comisión -que era un reclamo desde hace tres años en este blog- ha calado en algunos grupos políticos europeos como los socialistas que acaban de anunciar su candidato. Martin Shulz, actual Presidente del Parlamento Europeo,será el candidato socialista a la presidencia de la Comisión.

El resto de los grupos ha comenzado a barajar nombres pudiendo suponer un cambio transcendental en la arquitectura de instituciones europeas y en la dinámica de los partidos políticos europeos. Sus consecuencias van a ir más lejos de un mero nombramiento de candidatos.

1. Elección de líderes europeos por los partidos políticos europeos.

El liderazgo de los políticos europeos se ha ejercido desde los propios Estados, su peso internacional ha venido dado por su actuación en la vida pública europea e internacional.
Por primera vez en la historia, los partidos políticos europeos va a decidir un liderazgo previo a una designación de los Estados miembros. Lo que hoy es una decisión de consenso, en un futuro podrá llevar a movimientos, a corrientes de liderazgo dentro de los partidos a nivel europeo para conseguir ser candidatos.

2. Los partidos políticos deberán tener una mayor estructura a nivel europeo

Este era uno de los objetivos de los Tratados, la creación y fortalecimiento de auténticos partidos políticos europeos y no una suma de fuerzas políticas nacionales. Esto requiere una mayor integración política de los partidos, un reto que tiene que superar nacionalismos, personalidades… y romper una barrera en la forma de hacer política en Europa.

3. Necesidad de definir un programa electoral en clave europea

Uno de los mayores caos que presentaban las elecciones europeas era la falta de un programa político claro por parte de cada partido político. El candidato a Presidente deberá fijar cuál es su plan de actuación en la Comisión en los próximos 5 años, cuáles son sus objetivos. Lo cual va a quebrar con el peso institucional que representa el Consejo Europeo y el Consejo de Ministros. El candidato vencedor contará con el respaldo del Parlamento Europeo y podrá dejar de ser una marioneta de los Estados miembros y de las Instituciones en las que estos están exclusivamente representados.

4. Fin de los discursos nacionales y del aldeanismo político

Con un poco de suerte, los candidatos nacionales de cada partido discutirán en clave europea y conforme al programa del candidato a la presidencia. Así, nos podremos ahorrar bochornosos debates en los que terminan enzarzándose en problemas y cuestiones nacionales o en materias en las que ni el Parlamento Europeo ni la Comisión Europea son competentes para legislar (reforma fiscal, terrorismo, reforma de los Tratados, Política exterior…). Solo tenéis que ir a la hemeroteca para ver los que debatieron los últimos candidatos nacionales en las pasadas elecciones europeas.

5. Pérdida del poder de los Estados Miembros a favor de los ciudadanos europeos

Los Estados miembros tienen el monopolio en la designación de nombramientos de todas las Instituciones europeas, salvo el Parlamento Europeo. Aunque tendrán que dar su consentimiento a la elección del candidato elegido a la presidencia de la Comisión,  no podrán vetar el nombramiento de un Presidente elegido por los ciudadanos de la Unión.

6. Una reforma de los Tratados por la vía de los hechos

Ese consentimiento del Estados miembro en el cambio de designación del Presidente de la Comisión va a suponer una revolución institucional no controlada. Técnicamente, para no reformar los Tratados, los Estados miembros tendrán que proponer como Presidente de la Comisión al candidato del partido político más votado. Esto supondrá no poder negociar nombres, vetar candidatos e imponer perfiles por intereses franco alemanes.

7. Un futuro cambio en la elección de los miembros de las próximas comisiones

Lo que se va a encontrar el próximo Presidente de la Comisión es con una de las paradojas políticas más kafkianas. Su gobierno (el resto de los comisarios) no lo va a designar él. Los comisarios los van a proponer los Estados Miembros y, para remate, serán de la ideología del partido que gobierne en cada Estado. ¿Cómo va aplicar su programa con un equipo designado por otros y con ideologías no afines? Así, que lo primero que debería proponer para las elecciones del 2019 es que cada candidato a la presidencia de la Comisión presente la lista de comisarios con los que va a ejercer su mandato. Puro sentido común.

8. ¿y el Ato Representante?

¿Seguirá siendo el nombramiento una competencia de los Estados Miembros? ¿Tendrá que ser ideológicamente del partido político de la principal oposición en el parlamento Europeo?

9. El embrión de un verdadero Gobierno de la UE

La elección de la Comisión al completo por los ciudadanos tendría consecuencias de ruptura radical con el modelo actual. El gobierno de la UE -la Comisión- sería elegido por los ciudadanos europeos, actuaría bajo el programa electoral por el que ha sido elegido por los ciudadanos y con una composición monocolor. Vamos lo más parecido a un Gobierno Federal….

10. Progresiva pérdida de poder de los Estados miembros

Si  la Comisión resulta ser el gobierno designado por los ciudadanos, el déficit democrático existente en la UE comenzaría a corregirse y, paulatinamente, el gobierno de la Unión debería estar menos sujeto a los Estados miembros e impulsar el proyecto europeo hacia una verdadera Unión Política. Para lo cual, los partidos políticos tienen que asumir su rol de liderar Europa, para lo cual, los políticos europeos deben asumir liderar Europa desde Europa, no desde los Estados miembros. ¿Serán capaces de ello?