lunes, 28 de junio de 2010

Ni acontecimiento, ni histórico, ni planetario, sólo una Presidencia más


Leyre Pajín calificó al semestre que ahora acaba como un "acontecimiento histórico planetario", la coincidencia de la presidencia de Zapatero al frente de la Unión Europea y la presidencia de Obama liderando los Estados Unidos iba a traer unos resultados de los que nos acordaríamos mucho tiempo.
Empezó la Presidencia española de la UE alterada por la entrada en vigor del Tratado de Lisboa y con la aparición de una nueva figura institucional, el Presidente permanente del Consejo Europeo. Van Rompuy asumió este nuevo rol entre sombras para terminar asumiendo un protagonismo creciente y monopolizando junto con Barroso –Presidente de la Comisión Europea- el pleno de la Eurocámara del pasado 22 de junio tras el último Consejo Europeo de la Presidencia española.
Históricamente, el cargo de Presidente rotatorio de la UE era empleado por los diferentes jefes de Estado y de Gobierno como una catapulta al reconocimiento internacional. De hecho, el primer discurso de Zapatero al asumir la Presidencia parecía ir enfocado en esta línea. Pero la situación económica y su agravamiento especial en España, además del nuevo marco institucional hizo que la estrategia fuera virando a dar más peso a la propia Presidencia que a la figura del no presidente.
Además, el momento estelar de la Presidencia, la cumbre UE-EEUU no tuvo la presencia de Obama, la cita quedó descafeinada, mientras en Estados Unidos esperan conocer quién es interlocutor válido de la UE.
Y es que las principales decisiones económicas se tomaron en torno al llamado eje Paris-Berlín que lideran en la sombra los movimientos claves de esta Unión tan falta de liderazgo.
Así, el Presidente Zapatero afirmó en el Congreso, durante la sesión del debate de la Presidencia, que el marco creado a partir de Lisboa no era el apropiado para “protagonismos y liderazgos personalistas”.
Así pues, la Presidencia española ha tenido un nulo impacto planetario, no será histórica, mejor olvidemos que ha sido el período en el que se tuvo que montar el primer plan económico de rescate de un Estado miembro y, mucho menos ha sido un acontecimiento, sino un proceso de la correcta gestión de los asuntos europeos. Bueno, habrá sido un acontecimiento para la prensa y los políticos españoles, pero estén seguros que más allá de los pirineos a nadie le habrá quitado el sueño. Acaso, ¿nos preocupamos los españoles de cuando otros Estados europeos ejercen la Presidencia?
El modelo de las presidencias rotatorias está agotado, resultaba kafkiano leer los objetivos que se plantea la Presidencia belga, con un Gobierno en funciones y teniendo como encargado de tomar el relevo al líder independentista flamenco, recién vencedor de la elecciones. Las presidencias no deberían ser más que una burocracia que aporta cada Estado para el correcto funcionamiento de la UE, sin programas ni objetivos. Está es una tarea del Consejo y de su Presidente. Nunca el belga Van Rompuy podría tenerlo más fácil, un Estado en proceso de elegir un Gobierno y una administración que conoce perfectamente. Ahora, solo tiene que componer el haiku que consolide su liderazgo.

1 comentario:

  1. jajajaja, Oportunista estabas...la señorita Pajin os la puso a H....
    No termino de entender muy bien, esto de las presidencias temporales y/o rotatorias. Me recuerdan a los alcaldes txikis de nuestras fiestas, o una miss españa de turno.

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