martes, 8 de noviembre de 2011

20-N: elecciones europeas


Sí, 20-N elecciones europeas. No, no me he vuelto loco, el titular es tan cierto como que del resultado de las elecciones del 20-N resultará elegido el representante español en el Consejo Europeo, donde acuden los Jefes de Estado y de Gobierno de los Estados Miembros y los diferentes ministros que acudirán a los diferentes Consejos de Ministros según la materia.

¿Qué importancia tiene esto? Pues nada menos, que dentro del poder legislativo europeo, el Consejo de Ministros co-legisla junto al Parlamento Europeo y, por lo tanto, establece las medidas legislativas en el marco de la UE. No hay que olvidar, que determinadas materias siguen siendo competencia exclusiva del Consejo de Ministros como legislador.

Además, el Consejo Europeo toma las decisiones estratégicas de las políticas claves en el marco de la Unión Europea. Y más si cabe, en la actualidad, toda la política en materia económica que implica las ayudas y recates a los Estados miembros comprometidos en una economía cercana a la bancarrota.

Se preguntarán por qué planteo abrir una brecha, en plena campaña electoral, sobre el papel legislador del Gobierno resultante de las elecciones del 20-N. Y, es que después de escuchar el debate entre Rajoy y Rubalcaba y no haber oído prácticamente nada sobre el rol de España en Europa me deja la duda si realmente los candidatos saben transmitir a los electores cual va a ser su capacidad y sus planteamiento dentro del marco europeo.

España es el quinto Estado más importante dentro de la Unión Europea y con poca influencia en el eje de poder Paris-Berlín. Nuestro europeísmo desbocado, no está asociado con nuestra capacidad de ser un Estado decisor.

El Gobierno que salga elegido el 20-N, no sólo va a legislar, sino que va a participar en el nombramiento de muchos cargos de las diferentes Instituciones europeas. Parece que es más importante hablar de las Diputaciones y no de los temas estratégicos,  del posicionamiento de España dentro del marco Europeo.

En los debates electorales, cuando se trata del Parlamento Europeo, los candidatos hablan de las competencias que corresponden a los Gobiernos de los Estados miembro y, ahora que les toca hablar de sus competencias, ignoran una vez más a Europa.

La falta del liderazgo europeo no es más que la muestra de provincialismo de los políticos europeos. Obviar  las posiciones que tiene que defender España en los próximos meses, en defensa del Euro, en los compromisos de estabilidad económica y de la responsabilidad que ello supone, deja mucho que desear de los candidatos.

Recuerden, no sólo votan el 20-N el poder legislativo y ejecutivo nacional, sino, también, nuestros representantes en el poder legislativo europeo que representa el Consejo de Ministros y el poder de dirección de las políticas europeas que ejerce el Consejo Europeo.

1 comentario:

  1. Muy interesante, lo tendré en cuenta. Hay mjuchas cosas que efectivamente condicionan la política española a la europea. No solo en lo económico, sino en decisiones políticas, de organización territorial, administrativa, fiscal... ojalá tuvieramos claros, pero el marasmo español, (la falta de objetivos claros y lineas de comportamiento adecuadas para conseguirlos) no es muy diferente del europeo.

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