martes, 15 de mayo de 2012

El rayo de Zeus


Los Dioses griegos están tan alterados que, hasta el propio Zeus, parece haberse despertado de su letargo, ante el clamor de la sociedad griega y la situación de ingobernabilidad que se ha creado después de las elecciones de la semana pasada.



La furia y la ira de los Dioses se han representado, habitualmente, con rayos y truenos. Y no es baladí que el recién nombrado Presidente de Francia haya recibido el primer aviso de los Dioses, justo, en su primer día de ejercer oficialmente el cargo de Presidente de la República y, más aun, en el  viaje protocolario para presentarse junto con Merkel en el nuevo concubinato del directo político europeo.



No deja de ser anecdótico, pero el hecho de que en el avión en el que volaba François Hollande hacia Berlín haya sido alcanzado por un rayo ha sido un mal presagio. Pero si los Dioses griegos trataban de trasmitir una advertencia a la nueva entente llamada “Merkallande”, esta ha recogido el guante declarando su deseo de Grecia siga en el Euro.



Dado el pesimismo que recorre Europa, debido a la ejemplar rigidez y austeridad de la economía alemana, la orientación hacia el crecimiento que propugna Hollande puede traer una mezcla de aires nuevos. No sé, si ambos lograran impulsar el optimismo para que nuestra economía siga la senda marcada por Alemania, justo, también hoy, donde se conoce el dato de un 0,5 de crecimiento de su PIB.



El crecimiento no es fruto sólo del deseo, sino del trabajo bien hecho, de la asunción de la realidad, de la austeridad y de los planes orientados a resultados tangibles. Merkel habla del crecimiento con datos, Hollande lo manifiesta como deseo.  Si el empuje de aquella y las ganas de éste redundan en una renovación de la política europea, bienvenido sea este matrimonio.



Pero sobre todo, que no solivianten más a los Dioses…, por lo menos, a los griegos.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Me duele Europa #diadeEuropa


Si hoy el europeísmo viviera con la misma ilusión que en los ochenta y noventa, años en los que nadie quería perderse la aventura europea, años de ampliaciones del mapa europeo, de grandes proyectos de infraestructuras, donde el dinero de los países ricos corría hacia los países más pobres (principalmente los mediterráneos) en un afán solidario creyendo que  todos juntos la, hoy, Unión Europea sería una de las economías más fuertes y grandes del planeta.

A todos los políticos les encantaba vivir más en Europa que en su propio país. De allí traían nuevas inversiones, fondos, apoyos, proyectos. Ninguno se quería perder la foto europea de un Consejo de Ministros o de cualquier otra reunión.

En unos años todo esto ha cambiado, los políticos hablan en clave nacional. Lo de ir a Bruselas es para escuchar un rapapolvo por no cumplir objetivos económicos, de desempleo, de deuda… Ir a Bruselas es una obligación, como niños que se les lleva arrastras a la escuela…. La mayoría saben que va a ver un tirón de orejas.

Pero tanto es el miedo a enfrentarse a quien antes ponía euros y más euros en fondos agrícolas, sociales, de desarrollo regional…. Como el poner la mirada en la propia ciudadanía de cada Estado. Lo hayas hecho mal, regular o bien, sabes que en las próximas elecciones vas a pasar por un castigo seguro. No se va a perdonar a nadie que ya no podamos vivir como “ricos” en una economía sin fin…

Peor aún, ante esta situación, aumentan los movimientos insolidarios, los que tratan de privilegiar lo nacional, los que miran a los demás por encima del hombro llamando vagos a sus vecinos, enarbolando la bandera más ultra… justo aquella de la que trató de huir Europa, de la que trajo millones de muertos, la que llevo a Robert Shuman –hace 62 años- a promover su famosa declaración.

Hoy, día de Europa, no dejemos que las ideas que originaron el odio y que nos llevaron -en los años cuarenta- a ser lo más ruin de la dignidad humana, vuelvan a convivir con nosotros. No hay optimismos en esta crisis que nos consume, pero ante todo, no perdamos la dignidad. Europa no se lo merece, ni nosotros tampoco.
Feliz Día de Europa