Siempre he sido un poco atrevido y, hoy, voy a serlo un poco más. Abusando un poco de mi plurirelación con Juan Iribas, autor de "El cuaderno de piel vuelta": ex compañero de trabajo, colaborador en sus publicaciones profesionales, amigo virtual y –si se deja- no virtual en redes sociales y personales y por una de esas casualidades de la vida, también, su impresor, me tomo la libertad de incluir en mi blog estas reflexiones sobre su primera novela, como si se tratara del cuaderno de piel vuelta que Gonzalo Segura -protagonista de la historia- llevaba en su taxi a disposición de sus clientes.
El relato es tan actual como la filosofía de su mensaje. Hoy más que nunca, justo cuando la vida, las condiciones económicas y sociales nos envuelven en una crisis de valores y nos arrastran a la supervivencia, plantearnos ser lo que realmente deseamos, alcanzar nuestra vocación es todo un reto. Así, entre cliente y cliente y comentario tras comentario, en el cuaderno que nuestro taxista deja a disposición de sus usuarios se vislumbra una vocación que comparten, tanto el protagonista, como el autor.
Si bien se describe a Gonzalo como un joven veinteañero, reconozco en muchas de sus expresiones giros y sentencias de un cuarentón navarrico. Me atrevería a decir, leyendo entre líneas la novela que agrupa un gran número de escenas, situaciones y vivencias autobiográficas. Bueno, excepto que no se haya mojado entre el Real Madrid y Barcelona, a pesar de sus sabidas preferencias.
Delibes debe estar orgullosísimo de todas y cada una de las letras y palabras que recorren las diferentes carreras del taxista. Y es que el centenar de páginas recoge un innumerable número de guiños al autor vallisoletano, a su obra y a la filosofía del relato. Una filosofía que alcanza su globalidad emparentando con lo oriental. Otra manifestación más de la actualidad del relato, donde lo local se combina con lo nacional integrando lo internacional.
Como bien señala Juan, es una novela para leer de un tirón y si se me permite, el segundo peldaño de una trayectoria prometedora. Disfruten con su lectura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario