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La comunicación institucional
tiene unas pautas diferentes a las de otros usuarios. Ya no solo por el
formalismo que supone que sea una institución pública, privada o corporativa la
que comunica, sino porque, en principio, en sus objetivos social media, no
debería estar la acción mercantil de vender. No obstante, si empleamos el
concepto «venta» en un sentido más figurado, es cierto que no solo se venden
productos y servicios, sino también: ideas, proyectos y programas.
Una institución
tiene una actividad propia de eventos, realización de proyectos y de actividades
con sus miembros y otras instituciones que, de por sí, generan información
importante para la comunicación institucional. Además, según los objetivos que
tenga establecidos, deberá trazar líneas de comunicación para incentivar la
actividad de sus miembros, sensibilizar a la sociedad e influenciar a los
poderes que tengan capacidad de decisión en su ámbito de actuación.
Todo esto requiere
de mucha más planificación y estrategia en los mensajes que se emiten y en la
necesidad de medir mucho más el tono y el contenido de los mismos. Su público
estará tan atento a los mismos que, ante cualquier error, puede surgir una
situación de crisis que hay que tener protocolizada y prevista. El volumen de
seguidores que puede tener una institución hace que su comunicación sea
susceptible de críticas y alabanzas, para lo cual, también, es necesario
establecer una estrategia definida de respuesta.
Hay que aplaudir a
las instituciones que, en esta nueva era de comunicación social, se acercan en
sus mensajes y tono al público en general, a la ciudadanía y facilitan una
comunicación cercana y comprensible.
@Abogacia_es /Abogacía Española
Abogacía Española es la cuenta jurídica más seguida en
Twitter, me perdonarán que no contemple a la cuenta del Congreso, pero desde
que Twitter la incluyó en la lista sugerida de política, junto al Senado, ambas
han dejado de tener la acción de seguimiento directo que con tanto éxito está
consiguiendo @Abogacia_es. Y si tuviera que poner un hashtag a esta meritoria
posición es #nosoloabogados, pues más del 30% de sus seguidores son ciudadanos
que avalan la cercanía comunicativa del CGAE.
La actividad de @Abogacia_es no se limita a la cuenta
oficial, junto a ella conviven otras tres, dedicadas a comunicar temas más
específicos: @AbogaciayDDHH (cuenta de la Fundación al servicio de la defensa y
promoción de los derechos humanos y la cooperación al desarrollo), @RedAbogacia
(nuevas tecnologías y servicios tecnológicos para los abogados) y
@Abogacia_es_ue (cuenta de la Delegación del Consejo en Bruselas que informa de
todo lo que acontece en las instituciones europeas). En total, entre todas
ellas la Abogacía Española reúne a más de 50.000 seguidores, algunos
compartidos, aun así, es un magnifico altavoz de nuestra profesión a los
poderes del Estado, a los compañeros y a toda la sociedad.
A todo esto, hay que sumar la actividad de nuestro
presidente, D. Carlos Carnicer, que desde el blog de la web de www.abogacia.es aporta, como un blogero legal más, la
visión institucional de una profesión que ha se ha manifestado crítica y
compacta ante las reformas legales y actuaciones del Gobierno y ante la falta
de medios de la Administración de Justicia que afectan a la profesión y a toda
la sociedad. Desde su Twitter @CarlosCarnicer refuerza con sus mensajes toda la
actividad de la Institución.
La actividad del Consejo no se limita, únicamente a
Twitter, también está presente en Facebook, LinkedIn y YouTube, además de
cuatro newsletter.
Este entramado comunicativo tiene presente el reto del
próximo Congreso de la Abogacía Española a celebrar en Vitoria en Mayo, donde
esperemos que Twitter tenga un especial protagonismo y el hashtag
#CongrAbogacia2015 logre ser TT en más de una ocasión.